diumenge, 2 d’octubre del 2016

Relatos en cadena - Nudo

El ganador de esta semana ha sido Alejandro Castellano, con una muy buena continuación de la historia de Haizea e Imanol, que aumenta el suspense.


"A la mañana siguiente Imanol, que no había dormido ya que obviamente los fantasmas no duermen, escuchó como Haizea salía de su habitación. Al llegar al salón la chica dijo "Buenos días" y empezó a prepararse el desayuno. Mientras tanto, ella trató de conocer un poco mejor el pasado de su nuevo amigo y después de hacerle unas cuantas preguntas descubrió que Imanol trabajaba en un laboratorio situado a las afueras de la ciudad. "¡Qué coincidencia!" pensó, "yo también soy técnico de laboratorio", dijo Haizea. Es por ello que ambos creyeron que era buena idea empezar a investigar en su antiguo puesto de trabajo. Una vez en la calle, detuvieron un taxi para que los llevara hasta el laboratorio.

Al llegar allí, Haizea recordó que ella también había estado trabajando allí varios años atrás. "¿Cómo lograremos entrar?", preguntó Imanol. "Esperaremos a que los vigilantes se marchen", respondió ella.

Después de esperar un buen rato, al fin llegó su momento. Los vigilantes de la puerta se metieron dentro de las instalaciones y ellos dos aprovecharon para entrar sin ser vistos. Pero al entrar él se quedó pensativo. "¿Por dónde empezamos?, ¡no sabemos qué estamos buscando, Haizea!". "Sí, tienes razón" dijo la joven. "Lo mejor será ir a tu antiguo despacho, puede que ahí encontremos alguna pista".

Llegar hasta el despacho de Imanol no les resultó demasiado complicado pues era la hora del almuerzo y prácticamente todos los empleados estaban en la cafetería del laboratorio. Cuando estuvieron delante de la puerta de su viejo despacho Haizea, muy desilusionada, se dio cuenta de que estaba cerrada con llave. Pero eso para Imanol no suponía ningún problema ya que, a no ser que hubieran cambiado la cerradura, él siempre dejaba una copia de la llave dentro del macetero que había en ese mismo pasillo.

En aquella habitación todo parecía estar igual que antes y, aunque no sabían qué buscar exactamente, los dos estaban dispuestos a encontrar cualquier tipo de prueba. Pasado un rato, Imanol recordó que hace diez años él estaba trabajando en un proyecto secreto cuyo nombre era "Proyecto Z", por eso pensó en buscar información al respecto en el ordenador. Después de analizar varios informes del proyecto, entendió que años atrás había hecho un gran descubrimiento que no beneficiaría demasiado al gobierno. Cuando se lo iba a contar a Haizea escucharon voces que se aproximaban al despacho".


¡Suerte a quienes concursan la semana que viene! El listón está muy alto y necesitamos un buen final para nuestra historia.

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