Esta semana todos los microrrelatos empezaban así: "Aquel día me llevé tal susto que casi se puede decir que volví a nacer". La ganadora ha sido Leyre Benet con un relato que rompe con los tópicos de los cuentos infantiles, aquí lo tenéis:
"Aquel día me llevé tal susto que casi se puede decir que volví a nacer. Y volví a nacer como una persona más bondadosa.
Primero me presentaré, soy el mayordomo personal de la princesa. El rey tiene una hija, aparentemente perfecta. Una cajita de piedras preciosas; alta, regia, inquebrantable. Con doble llave. Y solo cuando consigues abrirla puedes ver el gran corazón que se esconde en ella. Seguro que estáis pensando que la princesa de cuento y el mayordomo se enamoran y bla, bla, bla... Olvidaos de los prejuicios porque soy un viejo canoso que podría ser su padre por edad.
Todo empezó una noche que fui a avisar a la princesa de que la cena estaba servida. Entré a la habitación y me la encontré solitaria y sobre todo fría por la ventana abierta. Pensé que ya había bajado al comedor y me acerqué a cerrar el cristal. ¡Casi me da un infarto! porque del balcón colgaba una cuerda que llegaba al patio de armas. Salí corriendo a las caballerizas y, tal como pensaba, su caballo no estaba allí. Estaba tan asustado que temblaba de arriba abajo, algo dentro de mí me dijo que tenía que ir al pueblo.
Cuando llegué me puse a buscarla y vi una escena que me sorprendió y me emocionó. La princesa entregaba comida a una familia pobre. Desde entonces, todas las noches la princesa y yo repartimos alimentos a los necesitados. Porque hasta los corazones de hielo son capaces de derretirse".
La semana que viene los relatos empezarán con: "Hasta los corazones de hielo son capaces de derretirse". ¡Ánimo a los cinco participantes!
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