En esta ocasión los relatos debían empezar con "No he pasado más miedo en toda mi vida". Tras leer las escalofriantes historias que han participado, la ganadora ha sido María Jiménez. ¡Enhorabuena, María!
"Nunca he pasado más miedo en toda mi vida.
Soy Josefa y os voy a contar lo que me pasó. Todo empezó en mi casa, un día de
invierno. Y , tan tranquila, estaba a gusto en mi sofá viendo vídeos de “Johnny Johnny yes papa” en YouTube y con mi manta
toda calentita hasta que ... ¡patapum! Adiós
a la luz y a la señal. El caso es que se me olvidó deciros que estaba cayendo
fuera una tormenta de tela marinera y creo que por eso se fue la luz. No
podía llamar a mis padres ni enviarles mensajes ya que no había cobertura a
causa de la tormenta, ni tenía datos porque me los gasté el día anterior viendo
el directo de mi amor platónico (triste pero cierto) . El tema es que tenía
que encontrar la llave de la luz pero había unos inconvenientes: el primero
es que no sabía dónde estaba y el segundo es que tengo miedo a la oscuridad, igual que mi gato Luciferino, así que estaba “ cagadísima ” de miedo y no
sabía por dónde empezar. Me tranquilicé. Después, lo primero que hice fue
encender la linterna del móvil y buscar a mi gato para sentirme mejor (aunque
mi gato está muy gordo, es muy miedoso y un vago de mucho cuidado). Tras
encontrar a mi gato, que estaba prácticamente a mi lado, lo cogí y subimos al
segundo piso, bueno, lo intentamos, porque tenía tanto miedo que me daban
hasta arcadas. Más tarde, después de tranquilizarme, por fin subimos a la
segunda planta ya que recordé que mamá nombró algo sobre que la llave de la luz
estaba arriba. Estuve buscando por todos lados mientras Luciferino
seguía tumbado donde lo dejase, hasta que de repente chafé algo que no vi
con la linterna, tenía muchísimo miedo porque me extrañó no haberlo visto,
entonces no sé por qué, fui a cogerlo sin mirar. Era alargado y rugoso y en
ese momento me asusté, pero al verlo no
sabía qué hacer, si reír o llorar del susto que me dio. El caso es que era el
pepino de mi gato que ya no sabía ni dónde estaba. Tras media hora de
muchísima angustia y miedo encontré la llave de la luz que estaba al lado del
sofá, entonces le di a todos los interruptores hasta que se encendió todo.
Por fin ya estaba más aliviada, pero la angustia que me dejó y el malestar no
se fueron. Más tarde llegaron mis padres y al ver mi cara deforme, me preguntaron qué había visto en la tele y les conté lo que me pasó. Lo único que
hicieron fue reírse de mí, pero yo siempre pensaré que ese fue el día que tuve
más miedo de mi vida . Al final todo se quedó en un muy mal recuerdo".
Como ya sabéis, la próxima semana los relatos empezarán con la última frase del relato de María. ¡Suerte a tod@s!
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