Tanto va el cántaro a la fuente que al final... se acepta cántaro como animal de compañía. Así funciona el diccionario de la RAE (o, más bien, sus académicos), que ha aceptado incluir palabras como almóndiga, murciégalo, toballa, asín, otubre o dotor, aunque las marca como expresiones vulgares o en desuso, según el caso. Así cumple el diccionario con su función de registrar usos ampliamente extendidos de las palabras.
Por si esto le ha dado a alguien alguna idea, que sepáis que en clase seguiremos optando por el uso neutro o formal de la lengua, que para hacerla evolucionar ya está lo que hablamos en la calle ;)
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